Siempre que se hace un récord del mundo en el atletismo pulverizando la marca anterior está la duda de si la World Athletics, el ente mundial del atletismo mundial, validará o no la marca por todo el rigor que implica la confirmación, entre ellos, los controles de dopaje respectivo. Pasó con los 2h11:53 que hizo el año pasado la etíope Tigist Assefa en Berlín cuando anotó la mejor marca mundial en maratón al pulverizar los 2h14:04 que tenía la keniata Brigid Kosgei.
Bueno, la historia se repitió porque en octubre pasado la keniata Ruth Chepngetich ganó el Maratón de Chicago en 2h09:56 mejorando en casi dos minutos la marca de Assefa y automáticamente surgieron las dudas de si se le iba a validar la marca pero todas las especulaciones se derrumbaron cuando hoy la World Athletics confirmó el registro.
No sólo ese, también lo hizo con los 28:54 de Beatrice Chebet de Kenia en los 10.000 metros, la posta 4×400 mixta y los 3:07´41 hechos por Estados Unidos, los 6,25 del sueco Mondo Duplantis en la garrocha, los 50´37 de la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone en los 400 metros vallas y los 2h21:47 hechos en los 35 kilómetros marcha por el japonés Masatora Kawano.