La milla se resistió, pero Nike volvió a jugar al límite

A Nike le gustan los desafíos que se convierten en verdaderos experimentos de laboratorio llevados a la pista o a la calle. Ya lo vimos en 2017, cuando transformaron el circuito de automovilismo de Monza, en Italia, en el escenario del Breaking 2: un intento por demostrar que el ser humano podía correr una maratón en menos de dos horas. Con toda la ayuda posible (luces que marcaban el ritmo, pacers que entraban y salían, un auto guía con una pandereta aerodinámica y equipamiento hecho a medida), Eliud Kipchoge fue el elegido para afrontar el reto, que terminó en 2h00:25.

Ocho años después, y con una pandemia entremedio, la gigante estadounidense volvió a apostar por los desafíos, esta vez con varias novedades. El objetivo ya no era el maratón, sino la milla (1.609 metros), el escenario sería un estadio  (el Charléty de París) y, por primera vez, la protagonista sería una mujer. ¿La elegida? Faith Kipyegon, la keniana que ostenta el récord mundial de la milla (4:07.64), además de ser doble campeona olímpica en los 1.500 metros, prueba en la que también posee la mejor marca de la historia (3:49.04). ¿El objetivo? Ver si una mujer podía correr por debajo de los 4 minutos.

Nike se adueñó de la pista del Estadio Charléty, en la capital francesa, donde días antes se había disputado una fecha de la Diamond League. Brandeó hasta el último rincón, instaló pantallas LED, multiplicó las cámaras y montó una transmisión televisiva de alto nivel, que incluyó, entre otros, la participación del histórico Carl Lewis.

Tras una hora de previa, en la que se presentó a los pacers, incluido el medallista olímpico estadounidense Grant Fisher, llegó el momento de la verdad. El desafío no era menor: se debía correr cada una de las cuatro vueltas dos segundos más rápido que el ritmo récord, en un margen tan ajustado que no permitía errores. Al igual que en el Breaking 2 o el Ineos 1:59, la atleta iba “encapsulada”, rodeada por un grupo de marcadores de ritmo que, por primera vez, incluía también a mujeres. Sin embargo, con parciales de 60 segundos por cada 400 metros, pronto quedó claro que el objetivo comenzaba a alejarse.

Faith Kipyegon cruzó la meta en 4:06.42, rompiendo la cinta sostenida por Eliud Kipchoge y Joan Benoit Samuelson, ganadora del primer maratón olímpico femenino. Aunque el tiempo fue más rápido que su propio récord mundial, la marca no será homologada. “Aún creo que es posible… y si no lo hago yo, lo hará otra”, dijo la africana.