El Maratón de Chicago el último tiempo nos acostumbró, o mejor dicho malacostumbró, a ver en sus calles cómo se lograba el récord del mundo ya sea en hombres como en mujeres. El 2023 el keniata Kelvin Kiptum, recién en su tercer maratón, detenía los cronos en 2h00:35 para destronar los 2h01:09 que había hecho un año antes su compatriota Eliud Kipchoge en Berlín. El año pasado la también keniata Ruth Chepngetich ganaba en la prueba major con 2h09:56 para pulverizar la anterior marca mundial la que estaba en 2h11:53 logrados por la etíope Tigst Assefa en Berlín el año anterior. Lo hecho por Chepngetich, aunque fue sorprendente, rápidamente generó dudas que fueron confirmadas al revelarse este 2025 que está suspendida provisionalmente por doping. Este 2025 varios, nos incluimos, veíamos lejana la opción de que alguna marca planetaria cayera nuevamente en el major estadounidense, pero Jacob Kiplimo de Uganda, recién en su segundo maratón, abrió el apetito de que era posible un récord del mundo.
El africano, dueño de la mejor marca mundial en medio maratón con 56:42 hechos en Barcelona en febrero pasado, demostró junto a John Korir, quien buscaba el bicampeonato, desde el primer kilómetro que iban en busca superar lo hecho por Kiptum hace dos años. La pasada del kilómetro 5 fue 28 segundos por debajo del récord del mundo. Y así pasaron los kilómetros, siempre por debajo de lo hecho por el fallecido keniata, en un grupo que lo conformaban cinco atletas más los pacers puestos por la organización. El grupo iba compacto hasta que en el medio maratón Korir decidió quebrarlo haciendo un cambio de ritmo el que sólo pudo seguir Jacob Kiplimo pero unos metros más atrás. Kiplimo logró apurar y así se fueron los dos por varios kilómetros marcando parciales que hacían presagiar que por tercer año consecutivo “La ciudad de los vientos” vería caer una marca planetaria. Pero Kiplimo decidió apretar, y cuando el reloj llevaba 1h22, decidió construir su propia maratón y olvidarse de Korir, marcando laps que hacían olvidar los 2h00:35 de hace dos años.
Los 30K los hice justo 1 minuto por debajo de lo hecho por Kiptum. Aunque era una utopía bajar de las 2 horas, sí era factible que anduviera por las 2 horas y 15 segundos. De hecho, en los 35 kilómetros iba 30 segundos más abajo que el récord. Pero viendo su paso, sin liebres, sin rivales y quizás pagando que todavía es un “novato” en estas lides, comenzó a bajar el ritmo y ver cómo se esfumaba la opción de ser el más rápido del mundo tanto en 21 como en 42 kilómetros.
Kiplimo aseguró el triunfo con bastante comodidad. Aunque estuvo lejos de las 2h00:35, terminó su segundo 42K en 2h02:23 mejorando así los 2h03:37 que había hecho en abril en Londres. De paso, mejoró el récord de Uganda que le pertenecía y el registro le permitió entrar al ranking histórico del maratón utilizando ahora la 7° ubicación. El segundo no fue Korir, de hecho, abandonó, siendo el keniata Amos Kipruto con 2h03:54 quien se llevó la medalla de plata. El pódium lo cerró el también keniata Alex Masai con 2h04:37
En las maratones de Estados Unidos, y en especial las tres del World Marathon Major (Boston, Chicago y Nueva York), se ha transformado en una carrera paralela la disputa por ser el mejor estadounidense en escena. En hombres, no había discusión de que Conner Mantz iba a ser el mejor de los locales, pero aquí las apuestas estaban en que si el olímpico de 28 años iba a poder anotar la mejor marca del país. Después de lo hecho en Boston, donde fue 4° con 2h05:08, dijo en cuanto portal de running hay, que iba a atacar el récord nacional en poder de Khalid Khannouchi con 2h05:38 en Londres 2002, o bien, los 2h04:58 de Ryan Hall en Boston 2011 (Boston entra en otra lista por las características del trazado). En Chicago Mantz demostró que lo que ha vivido este 2025 no ha sido al azar. A lo hecho en Boston se suma el récord de USA en 21K (59:17 en Houston), el primer lugar en los 10K de Boulder o el hecho de tener todas sus maratones por debajo de las 2h11. Aunque a diferencia de Boston donde estuvo lejos de pelear el primer lugar, algo que se asemejó es que nuevamente rozó el pódium, porque llegó a solo 6 segundos del tercer lugar. Pero qué más da, con 2h04:43 es el hombre más rápido en la historia de Estados Unidos en terminar un 42K.
La carrera femenina fue completamente diferente a la de hombres. Desde el primer minuto no estuvo en discusión un posible récord del mundo. Hawi Feysa llegó cómo la segunda más rápida por detrás de Megertu Alemnu de Etiopía. Esa presión de ser la favorita de seguro la aprovecho para hacer su propia carrera y comenzar a avanzar kilómetro a kilómetro por debajo de su propio registro personal que, si lo superaba, estaba en condiciones de entrar al top 10 histórico de las mujeres. Y así fue, porque con 2h14:56 consiguió con comodidad el primer lugar quedando 5° en el escalafón de todos los tiempos. Segunda fue la mencionada Alemu con 2h17:18. El pódium lo cerró la tanzana Magdalena Shauri con 2h18:03. La más rápida de las locales fue Natosha Rogers siendo 6° con 2h23:28.
Por este lado del continente una que estuvo compitiendo fue la argentina Florencia Borelli quien volvía a los 42K luego de los Juegos Olímpicos de París 2024. La trasandina rasguñó su propio récord de Sudamérica de 2h24:18 hechos el año pasado en Sevilla, esto porque terminó a sólo seis segundos (2h24:18), siendo 8° entre las mujeres.
Otro que volvía a competir fue el estadounidense Galen Rupp quien no corría un 42K desde los trials de Orlando de febrero del año pasado. El medallista olímpico (plata en los 10000 mts de Londres y bronce en los 42K de Rio), de 39 años, fue 16° general con 2h09:41.
El World Marathon Major terminará el próximo 2 de noviembre con la 54° versión de Nueva York.