– Con un trabajo silencioso pero constante, Joma ha ido ganando terreno en el mundo del atletismo. Su apuesta por la innovación y la tecnología en cada modelo comienza a dar resultados visibles: en el último Mundial de Tokio, 17 atletas subieron al podio calzando zapatillas de la marca española, reflejo de una evolución sostenida.
– “Mantener a los atletas satisfechos es clave”, dice el ejecutivo de la marca.
En un mercado cada vez más exigente, la innovación y la tecnología se han convertido en ejes fundamentales para diferenciarse. Marcos Fernández, Sponsorship Manager de Joma, repasa la filosofía de la marca, centrada en combinar rendimiento, durabilidad y accesibilidad, sin perder de vista las tendencias y exigencias del mercado.
Desde la concepción de la RS9000, un modelo ultraligero que busca competir con las grandes marcas, hasta los procesos de investigación, desarrollo y pruebas con atletas, Joma apuesta por detalles precisos en materiales, mediasuela y suela. Fernández explica cómo la marca equilibra innovación y precio, mantiene la durabilidad como sello distintivo y se anticipa a las necesidades de los corredores, consolidando su posición frente a competidores históricos y adaptándose a la normativa de World Athletics sin dejar de lado la comodidad y el impulso de sus zapatillas.
¿Cómo describirías la filosofía tecnológica de Joma y que rol juega la innovación en el desarrollo de zapatillas de running?
Creo que cumple un papel fundamental, especialmente en un mercado tan exigente como el nuestro, que demanda innovación, renovación constante y avances tecnológicos. En los últimos años hemos dado un salto importante en materia de investigación, desarrollo y pruebas, lo que nos ha permitido lanzar productos con tecnologías acordes a las necesidades actuales. Hoy, la competencia sigue siendo un factor clave, ya que en cada período aparecen nuevas propuestas que nos impulsan a seguir evolucionando.
En los últimos años hemos visto cómo Joma ha avanzado fuerte con modelos, como por ejemplo la última RS9000 donde apelan a la liviandad del calzado ¿qué tecnologías claves marcan la diferencia en relación a la historia de Joma y también para competir con otras marcas?
Creo que ganarles la batalla a los gigantes del running es casi imposible. Nuestro objetivo no es competirles de igual a igual, sino no perder ritmo. Somos conscientes de nuestra posición y capacidades, y lo que buscamos es acercarnos cada vez más al rendimiento de las grandes marcas.
La clave de nuestros productos está en el material de la mediasuela y en cómo está construida la fibra de carbono. En Joma, la innovación se concentra justamente ahí: en la composición, la forma y la rigidez de la mediasuela. Un buen ejemplo es la RS9000, un modelo ultraligero (pesa solo 126 gramos) que, en términos de reactividad y rendimiento en competición, puede ponerse a la altura de las marcas líderes.
Sus materiales permiten reducir el peso y optimizar el impulso, mientras que la diferencia radica en la rigidez de la placa de carbono y en una altura ligeramente superior. En definitiva, el secreto está en los materiales de la mediasuela y en cómo acompañan a la placa: ahí está el verdadero corazón de la zapatilla.
¿Cómo llegaron a ese peso tan liviano?
Es fundamental cuidar cada detalle en la fabricación. Un aspecto clave es el upper, que debe ser liviano y transpirable sin perder resistencia. Para ello, se aplicó una tecnología que lo hace firme y ligero a la vez. La placa de carbono se diseñó un poco más recortada, lo que permitió ganar ligereza.
Dentro de la línea R de Joma, la mayoría de las zapatillas son más altas, pero este modelo buscó una altura menor. El resultado es una zapatilla que, a simple vista, transmite ligereza y rendimiento.
La RS9000 tuvo muchas pruebas de laboratorio para llegar al producto final ¿qué tipo de investigación y prueba realizan antes de lanzar un producto? El modelo original debe ser muy distinto al que finalmente se vende.
Cuando trabajas en una zapatilla tan ligera, cada detalle cuenta. Los primeros prototipos eran más pesados, alrededor de 135 gramos, y el desafío consistía en pulir cada elemento para reducir peso sin comprometer el rendimiento. En este proceso, los atletas juegan un papel fundamental, ya que se prueba el calzado con ellos para recibir feedback y comentarios valiosos. Por ejemplo, se acortaron los cordones y se probaron distintos materiales para encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento y tecnología. Mantener a los atletas satisfechos es clave.
En las zapatillas de velocidad, como las de clavos, hubo un trabajo previo de más de un año para ajustar cada detalle y lograr un calzado equilibrado que funcione para distintos perfiles. Actualmente, también estamos desarrollando una zapatilla de fondo con placa, que requiere extensos test y estudios previos para garantizar su desempeño óptimo.
La industria del running ha cambiado mucho, para qué decir la inducción del carbono, el maximalismo, o apelar a la liviandad, ¿cómo Joma logra mantenerse competitiva en temas de investigación, innovación y desarrollo? ¿Cómo se compite?
Es fundamental estar presentes en el mercado y en las competiciones, observando lo que hacen otras marcas y los nuevos modelos que van surgiendo para identificar áreas de mejora. La RS9000 se centra en la ligereza, por lo que estudiamos el mercado y conversamos con los atletas, quienes son los principales usuarios de nuestras zapatillas. Les gusta la comodidad y la suavidad del calzado.
Actualmente, la tendencia en zapatillas de velocidad es que sean más mixtas, buscando un equilibrio entre estabilidad y amortiguación, aptas para distancias que van desde 100 hasta 400 metros. A partir del feedback de los atletas, trabajamos para que nuestros modelos sean consistentes, competitivos y estén a la altura de las exigencias del mercado.
¿Qué diferencia o hace especial a Joma con su competencia?
Es difícil ofrecer algo que otras marcas no tengan, ya que todas cuentan con una gama bastante completa. Joma, en cambio, se destaca por ofrecer zapatillas de nivel medio con precios competitivos. Desarrollamos modelos para todo tipo de corredores, buscando aportar algo distinto sin sacrificar un rendimiento óptimo.
Una de las características más reconocidas de Joma es la durabilidad. Incluso los modelos de nivel medio con placa de carbono pueden superar los 1.000 kilómetros en perfectas condiciones, combinando calidad y comodidad. De hecho, pueden resistir fácilmente media temporada de uso diario.
Hoy, muchas marcas tienden a enfocarse en el consumo masivo, reduciendo la durabilidad pero aumentando los precios. En Joma, buscamos un equilibrio distinto, ofreciendo productos accesibles, duraderos y de alto rendimiento.
¿Cómo Joma mezcla la innovación de sus productos sin dejar de lado la accesibilidad y los precios?
Es un desafío para todas las marcas, porque incorporar innovación y tecnología suele implicar un aumento en los precios. Nuestro objetivo es mantenernos dentro de los rangos del mercado, ofreciendo un precio competitivo sin sacrificar calidad.
Es complejo, porque al mejorar la tecnología inevitablemente sube el precio. Sin embargo, quienes realmente conocen de zapatillas están dispuestos a invertir, valorando la durabilidad y la comodidad. No se trata solo de ahorrar en el momento de la compra, sino de evaluar el calzado a largo plazo y asegurarse de que cumpla con todas las prestaciones prometidas.
¿Qué materiales y procesos de fabricación ves como la más importante? ¿Qué tendencias ves como la que va a estar en la industria?
En los procesos de fabricación, lo más importante son los materiales de la mediasuela y de la suela. Ahí es donde reside la tecnología y los principales ejes diferenciadores, especialmente en la estructura de la mediasuela, que se somete a tests, evaluaciones y pruebas constantes.
No sabemos si surgirá un material capaz de competir con la placa de carbono. Sin embargo, se observan tendencias como suelas más abiertas y placas más visibles, que generan mayor sensación de impulso y efecto palanca; la propia suela actúa como palanca.
La innovación también está limitada por la normativa: solo se permite un modelo de hasta 40 mm de altura, lo que restringe las grandes novedades. Algunos modelos de 50 mm ya no están permitidos para competición. La tendencia que se observa es hacia zapatillas cada vez más altas, incluso por encima de lo permitido, y habrá que ver si, ante la presión de las marcas, World Athletics ajusta la normativa en el futuro.
¿Qué aprendizaje han visto en Joma desde los primeros modelos hasta ahora?
Desde que estoy en la empresa, el gran aprendizaje ha sido anticiparse y lanzar los modelos lo antes posible, porque si no, quedan obsoletos muy rápido. Es fundamental escuchar a los atletas todo lo que se pueda. Nuestra filosofía es que, aunque se pueda innovar mucho, nunca hay que sacrificar la durabilidad, que es lo que hace que una marca sea confiable para un atleta que compra una zapatilla. En este negocio, no se puede parar nunca.
¿Cuál es el caballito de batalla de Joma para esta temporada?
Será la RS9000. Hoy está en la mente de las personas como ejemplo de que podemos crear zapatillas de gran calidad. No hay que conformarse; siempre hay que ir por más. Debemos desarrollar modelos que rompan el mercado, y la RS9000 es una muestra de que podemos estar a la altura de los grandes.

