ASICS Megablast: ¿la zapatilla que hace temblar a la Superblast?

Cuando pensábamos que la familia Blast ya había alcanzado su punto máximo, ASICS nos sorprendió con un cañonazo. La Megablast aterriza con la misión de elevar aún más la categoría, y lo hace con una fórmula que mezcla ligereza, rebote y un toque de irreverencia que amenaza con robarle la corona al Superblast (o al menos compartirla). Veamos de qué se trata.

Lo esencial:

  • Tecnología: Amortiguación FF TURBO, goma ASICSGRIP
  • Uso: Prácticamente para todo
  • Peso: 247 gramos para 10.5 US
  • Precio: $219.990
  • Disponible en: tiendas ASICS del país y en www.asics.cl

La historia arranca con un movimiento que parece simple: incluir la nueva espuma FF Turbo Squared en una mediasuela XXL de 45 mm. Pero no es cualquier espuma. Hablamos de un compuesto A-TPU, un 33% más elástico y un 10% más suave que el FF Turbo original. Traducción: un rebote más inmediato, más energético y menos “blando tipo chicle”. Y todo eso sin necesidad de placa. ASICS se atrevió a preguntar: ¿puede existir una zapatilla para correr largo, rápido y cómoda sin placa de carbono o similar? La respuesta parece ser un sí bastante convincente.

El upper sigue la línea “day of the race”, más que la de un trainer clásico. Una malla finísima, liviana y transpirable que recuerda a las Metaspeed, con cordones de diente de sierra —que deberían ser obligatorios en todo zapato rápido— y acolchado justo en el talón para evitar rozaduras. Minimalismo japonés al servicio de la eficiencia. El resultado: una zapatilla que se siente más de competición que de trote fácil, aunque la notamos muy segura y estable, para correr sin miedo. 

¿Y en carrera? Aquí es donde el Megablast se gana su apellido. Desde el primer kilómetro la pisada se siente divertida, con un “pop” que empuja hacia adelante sin esfuerzo. Ideal para días de piernas cansadas, para ritmos controlados o para meter kilómetros largos con cierres rápidos. En pruebas, incluso se comportó como una opción viable para medio maratón y, quizás, para un maratón completo si no eres fanático del carbono. El peso está perfecto, es el adecuado para un tanque de este tamaño. Nada más que agregar por este lado. 

Eso sí, el exceso de rebote trae su precio: pese a ser segura, no es la más estable del mercado. Comparada con las Superblast, que mantienen una plataforma más firme y amplia, la Megablast puede sentirse algo “bamboleante”, cuando aterrizamos sobre ellas. Si vienes de unas Novablast, la sensación será familiar; si eres amante de la estabilidad del Superblast, aquí tendrás que negociar.

En cuanto a la durabilidad, es aún una incógnita. La espuma A-TPU promete más resistencia que el PEBA, pero falta ver cómo responde después de 400-500 km. La suela AsicsGrip, eso sí, transmite confianza en asfalto y caminos urbanos, con un caucho bien distribuido que se agarra sin problemas. Nos hubiese encantado más cantidad de este compuesto, pero peor es nada.

El único villano claro está en el precio: $220.000. Y aunque la comparación con las “super espumas” de Nike, Puma o New Balance hace que parezca competitivo, la realidad es que hoy hay excelentes opciones entre los bajo los $200.000 que cumplen con lo básico para la mayoría de los corredores.

Entonces, ¿qué tenemos aquí? Una zapatilla que no pretende reemplazar al Superblast, sino complementarlo. Más ligera, más elástica y más juguetona. Las Megablast son ese compañero que en las series largas te saca una sonrisa y te hace olvidar que llevas 20 kilómetros en las piernas. Si buscas un zapato versátil, divertido para el día de carrera sin necesidad de placa, aquí está tu próxima tentación.