Septiembre de 2022. Los
ingleses pueden jactarse de ser los creadores de fútbol, del rugby, de tener el
Grand Slam de tenis con mayor historia y tradición, como lo es Wimbledon, y
también de realizar el primer maratón con la distancia que hoy conocemos, los
42 kilómetros y 195 metros.
Hasta antes de 1908, la prueba
del Maratón comprendía recorrer una distancia “aproximada” de 40 kilómetros,
emulando así la distancia que recorrió el soldado griego Filípides en el año
490 A.C desde la ciudad helénica de Maratón hasta Atenas para comunicar la victoria
sobre el ejército persa. Filípides, pocos minutos después de dar la noticia,
cuenta el mito que murió por la exigencia física.
Fue en los Juegos Olímpicos de 1908
celebrados en Londres que la organización decidió realizar, como ya estaba siendo
costumbre desde los primeros juegos de la era moderna, la prueba del Maratón.
Originalmente iba a tener una distancia aproximada de 40 kilómetros, teniendo
como meta el estadio olímpico White City. Sin embargo, el trazado se tuvo que
modificar, principalmente en la línea de partida. El Príncipe de Gales, con la
finalidad de que la reina pudiera ver la salida junto a sus hijos desde sus
habitaciones sin abandonar el lugar, pidió que por favor partieran junto a sus
balcones.
Otro cambio fue en la llegada. El
túnel de entrada al estadio estaba inhabilitado, por lo que los corredores
tuvieron que dar un giro por afuera para ingresar por otro acceso y terminar justo
frente al palco real, por exigencia de la monarquía. Todo lo agregado hizo que
la prueba terminara siendo de 42 kilómetros y 195 metros. De esta manera, el
primer ganador del maratón con la distancia que hoy conocemos fue el
estadounidense Johnny Hayes con 2h55:18
Fue en 1921, 13 años después,
cuando la Federación Internacional de Atletismo decidió en su junta anual
realizada en Ginebra, establecer la distancia de maratón como 42 kilómetros y
195 metros.