Las tenemos, la estamos usando, aunque solo un poco porque
nos dijeron que las reserváramos para la carrera. Es toda una paradoja que con
la zapatilla para correr más cara de la historia tengamos que conformarnos con
mirarla más que con utilizarla. Van como adelanto un par de fotos tomadas en el
lobby de nuestra oficina. Muy pronto la revisión completa en thelastlap.run
(perdón el eufemismo).