ASICS MAGIC SPEED 4: un secreto bien guardado

Cuando ASICS define su estrategia global para lanzar y posicionar sus nuevos modelos, gran parte de sus esfuerzos se concentran en destacar su línea estrella para competencias: la MetaSpeed. Esta franquicia, recién actualizada con su versión Tokyo (las estamos esperando con algo de desesperación, lo aceptamos),  es el buque insignia de la marca en el mundo del rendimiento puro, y por lo mismo recibe una atención destacada en campañas, eventos y medios especializados. Otro segmento importante de la estrategia se orienta hacia zapatillas más versátiles y populares, como las Novablast o Nimbus, pensadas para corredores de todos los niveles y que han ganado gran presencia en el mercado gracias a su comodidad y confiabilidad.

 

Tecnología: FF BLAST™ TURBO
Uso: entrenamientos rápidos. Carreras donde busques PB
Peso: 265 gramos en 11 US
Disponible en: tiendas ASICS y en www.asics.cl

Sin embargo, llama la atención la ausencia de protagonismo de un modelo que, pese a llegar ya a su cuarta edición, sigue pasando bajo el radar de la mayoría, foros, influencers y espacios de conversación dedicados al running. Hablamos de la Magic Speed, una zapatilla pensada 100% para el día de la carrera, creada para correr con intención, con ritmo, con hambre de meta. Un modelo que combina de forma muy acertada una amortiguación eficiente con una placa de fibra de carbono, entregando sensaciones propias de una superzapatilla… pero a un precio notablemente más accesible en comparación con otras opciones del mercado.

La Magic Speed representa una propuesta valiosa y, en cierto sentido, subestimada dentro del portafolio de ASICS. Es una zapatilla que ofrece prestaciones de alto nivel, ideal para quienes buscan velocidad sin tener que hacer una gran inversión, y que merece mucha más visibilidad de la que ha recibido hasta ahora.

Dentro del universo ASICS, el nombre “Speed” no está puesto al azar. Inmediatamente evoca conceptos como velocidad, agilidad y reactividad. Y las Magic Speed encarnan precisamente esa idea, aunque con una propuesta muy particular: por un lado, ofrecen una amortiguación generosa (42,5 mm en la suela), que se traduce en una sensación de suavidad y protección en cada zancada; por otro, sorprenden por su ligereza, lo que las hace ideales tanto para entrenamientos de velocidad en pista como para trotes rápidos en calle. La placa de carbono, visible en la suela, no solo está ahí como elemento estético, sino que realmente se siente. Contribuye a esa sensación tipo “catapulta” que impulsa hacia adelante, facilitando mantener ritmos exigentes sin sacrificar comodidad. Es una tecnología que, aunque común en modelos de gama alta, aquí se ofrece a un precio considerablemente más accesible.

Como ya lo mencionamos, la Magic Speed se presenta como una opción sumamente atractiva para quienes quieren probar la experiencia del carbono sin tener que hacer una gran inversión. Su relación precio-calidad es difícil de superar, convirtiéndola en una elección muy competitiva dentro de su categoría. Y aunque pueda sonar anecdótico, hoy en día pagar $169.990 por unas zapatillas de este nivel se considera una “buena oferta”. En un mercado donde los precios rara vez bajan de los $100.000, encontrar un modelo con estas prestaciones a ese valor ya es casi una excepción que confirma la regla.

A diferencia de su hermana mayor, la MetaSpeed, este modelo presenta algunas diferencias claves que vale la pena considerar. Es un poco más pesado (265 gramos frente a los 209 de la MetaSpeed) y también menos transpirable. Ahora bien, esto último es cuestión de preferencias. La MetaSpeed está confeccionada con una malla ultrafina que favorece una ventilación rápida, pero que para algunos puede traducirse en una mayor fragilidad, con una vida útil algo más limitada. En cambio, la Magic Speed opta por una tela más gruesa y resistente, lo que le da mayor durabilidad y firmeza, especialmente útil si la vas a usar con frecuencia o en distintos tipos de terreno.