En menos de una semana, el estadounidense Grant Fisher ha batido dos récords mundiales en pista cubierta, primero en los 3.000 metros y ahora en los 5.000 metros.
La hazaña tuvo lugar en la Universidad de Boston, donde Fisher corrió los 5.000 metros en 12:44.09, superando en más de cinco segundos la legendaria marca de Kenenisa Bekele, vigente desde 2004 (12:49´60). Sin la presencia de Cole Hocker, su gran rival en los 3.000m, Fisher dominó la carrera y dejó atrás al francés Jimmy Gressier, quien también hizo historia al establecer un nuevo récord europeo con 12:54.92.
El estadounidense impuso un ritmo infernal, con vueltas por debajo de los 31 segundos (recordemos que indoor cada giro es de 200 metros), demostrando su excelente estado de forma y su capacidad de soportar la presión del cronómetro. Con esta nueva plusmarca, Fisher se convierte en el hombre a batir en las pruebas de fondo de cara al Mundial de Nanjing en marzo.