Por primera vez en la historia olímpica, el atletismo dejará de cerrar los Juegos: en Los Ángeles 2028, tomará la posta desde el primer día. El cambio busca “mantener el interés mundial tras la ceremonia de apertura”, como explicó Sebastian Coe, presidente de la World Athletics, y promete un arranque explosivo con la final femenina de los 100 metros el 15 de julio. Un guiño perfecto al poderío actual de las velocistas y al legado de Los Ángeles ‘84.
Las pruebas de campo se vivirán en el histórico Memorial Coliseum, mientras las calles angelinas se reservan para las pruebas de ruta del cierre. Es un nuevo guion para un deporte que solía brillar en la segunda semana, y que ahora busca mantener encendida la llama desde el inicio.
Pero no todo es celebración.
Sydney McLaughlin-Levrone, la reina de los 400 metros vallas, no podrá cumplir
su sueño de hacer el doblete con los 400 planos: el calendario simplemente la
dejó fuera de juego.

