Iba a ser una fiesta pero terminó
transformándose en una pesadilla y en un caos para miles de corredores.
El domingo pasado se vivió en Portland,
al noroeste de Estados Unidos, una nueva edición de su maratón anual, prueba
que tiene además de los 42K distancias de 21 y 10K. La organización había
publicado con semanas de anticipación los horarios de largadas para las
respectivas distancias, siendo las 7:00 la partida de manera simultánea de los
10 y 42K y las 7:15 la del medio maratón.
Ahí todo en orden y como estaba
organizado, pero en una acción que sigue sin encontrar una respuesta entendible,
la partida para la distancia intermedia se adelantó ocho minutos mientras la
gran masa de participantes estaba haciendo la fila en los baños, calentando o
dejando sus cosas en guardarropía.
Según el sitio Running Magazine, Thomas
Chaston de Colorado corrió el tiempo más rápido del recorrido con 1h04:56, pero
se le dio el tercer lugar después de verse obligado a comenzar dos minutos más tarde.
Los primeros clasificados, y como suele ser en todas las carreras, se determinaron
por el tiempo de disparo, a pesar de que en esta carrera hubo un adelanto. El
triunfador fue Noah Rasmussen con 1h05:55.
En redes sociales la carrera se
llenó de quejas, porque además de partir más temprano, Running Magazine informó
que muchos inscritos dieron a conocer que en sus GPS les marcó casi 250 metros
más y que la ruta pasaba por muchas autopistas en vez de rutas más turísticas de
la ciudad del estado de Oregon.