Vulcano Nazca: erupción silenciosa

Hay zapatillas que debutan con campañas millonarias y embajadores internacionales. Y hay otras que, sin tanto ruido, buscan hacerse un espacio apelando a lo esencial: moverse, fluir, liberar energía. En ese grupo aparece Vulcano, la nueva marca de running bajo el alero de Lippi. Su modelo insignia, la Nazca, es la carta de presentación. Veamos de qué se trata.
- Tecnología: ReBound Tec en suelas diseñada con espuma, upper de Jacquard
- Uso: Hasta 21 kilómetros para competir y trotes diarios suaves
- Peso: 250 gramos en 9.5 US
- Precio: $119.990
- Disponible en: Tiendas Lippi y en www.lippioutdoor.com

Inspirada en la fuerza del
Cinturón de Fuego del Pacífico, la Nazca apunta a ser una zapatilla para todo:
entrenamientos diarios y carreras de media distancia. Su propuesta combina
reactividad, comodidad y durabilidad.
Ahora sí, a lo nuestro.
Gentilmente Vulcano nos mandó un par para probar. Dijimos que sí, porque nos
gusta testear lo nuevo y porque siempre es interesante ver a una marca chilena
intentando entrar al running. Esto es una tarea titánica, sin temor a exagerar.
Spoiler: nos sorprendieron más de lo esperado.

Partamos por arriba. El upper de Jacquard
de menor densidad aligera el peso (250 gramos aprox.) sin sacrificar firmeza ni
ventilación. Ajusta bien y se siente segura, con drop de 6 mm que favorece una
pisada natural. En tanto, en la mediasuela vive la tecnología ReBound: no
ofrece el rebote explosivo de las superespumas, pero sí una respuesta suave y
estable. Ideal para quienes valoran confianza más que exageración.
La plantilla Ortholite Hybrid,
hecha con caucho reciclado y espuma sobrante, entrega comodidad y suma un guiño
ecológico. La suela de EVA y CPU completa la receta: liviana, resistente y con
agarre confiable.

¿Y en la calle? Versátil. Sirve
para trotes suaves, progresivos o tiradas largas. No es una superzapatilla ni
busca serlo, pero como opción de entrenamiento hasta media maratón cumple con
creces. Pero la verdad es que no podemos medir con la misma vara a Vulcano que
a una marca con años de desarrollo en este segmento. En el caso de la marca
chilena es importante, en primer lugar, aplaudir el atrevimiento y ganas por
desarrollar productos desde cero y tirarse a de cabeza a la pista para
competir. Eso es el deporte, eso es la vida.

En resumen: la Vulcano Nazca no
viene a reinventar nada, y no lo necesita. Es un par bien logrado, consistente,
confiable y con una historia potente detrás: una marca chilena que quiere
hacerse espacio en una industria dominada por gigantes globales. Y lo mejor, este
es recién el primer paso. Como buen volcán, aún tiene mucha energía por
liberar.
