El juicio por abuso contra Gjert Ingebrigtsen, ex entrenador y padre del doble campeón olímpico Jakob Ingebrigtsen, ha expuesto uno de los dramas familiares más mediáticos del atletismo mundial. Tras casi dos meses de juicio en Noruega, Gjert fue absuelto de los cargos de abuso contra sus hijos Jakob e Ingrid, aunque sí fue condenado por un episodio de agresión contra esta última ocurrido en 2022, por lo que deberá pagar una multa y cumplir una pena suspendida de 15 días.
Las acusaciones describieron años de manipulación, violencia psicológica y una crianza marcada por el miedo. Jakob afirmó haber vivido entre 200 y 300 episodios de abuso verbal. “Me convertí en una máquina que rinde cuando se le pide. Pero eso es porque tuve mucha práctica”, confesó el atleta.
El fallo consideró creíbles los testimonios, pero determinó que no había pruebas suficientes para una condena por abuso prolongado. “Describes la violencia, te creen, y sin embargo él no está condenado”, lamentó la abogada de Jakob e Ingrid.
El caso dividió a la familia. Ingrid abandonó el atletismo en 2021 y vivió un proceso judicial plagado de ansiedad. Los hermanos habían pedido un juicio público, contrario al deseo de su padre. Gjert, mientras tanto, seguirá entrenando a atletas de élite como Narve Nordas.
Más allá del veredicto, la fractura familiar es irreparable. Como dijo la defensa tras el fallo: “Este es un caso donde no hay ganadores”.