Enero del 2023.- Desde que
al técnico Alberto Salazar lo suspendieran por dopaje y, por lo mismo, se
acabara su grupo de entrenamiento elite Oregon Project, la carrera deportiva de
la estadounidense Jordan Hasay se fue a pique, no pudiendo volver a estar en
las portadas de los principales medios del mundo de running por sus notables
actuaciones.
Quien fuera el fenómeno atlético
patrocinado por Nike desde su primer año en la escuela secundaria y candidata a
ser la nueva Deena Kastor del fondismo estadounidense, ha pasado los últimos
años completando maratones, y 21K, en puestos secundarios con marcas muy lejos
de lo conseguido entre el 2017 y 2019.
Luego de ser una destacadísima
atleta de pista representando a la Universidad de Oregon, donde estudió
Administración de Empresas, el año 2017 decidió dar el paso a las grandes ligas
al debutar en el maratón. ¿La carrera elegida? Nada más ni nada menos que
Boston, el clásico 42K que se realiza de forma anual desde 1897. En la prueba
del World Marathon Major se ganó enseguida el cariño local al rematar en la
tercera posición con un tiempo de 2h23:00 a escasos 9 segundos del segundo
lugar.
El mismo año 2017 lograría su
mejor registro en el medio maratón al correr en 1h07:55 en Praga, logrando la
segunda mejor marca histórica del país por debajo de los 1h07:34 que el 2006
había anotado Deena Kastor. En octubre siguiente correría su segunda maratón al
presentarse en los 42K de Chicago, carrera donde fue tercera con su actual
mejor registro al rematar en 2h20:57 y, de paso, lograr la segunda mejor marca
local de la historia por detrás de Deena Kastor quien tenía 2h19:36 en Londres
el 2006.
El 2018 Jordan Hasay no corrió
maratón. Sólo estuvo en la largada en enero de los 21K de Houston terminando en
1h08:38.
El primer semestre del 2019
nuevamente fue de la largada del Maratón de Boston, en su tercer 42K, y
nuevamente no defraudó. Aunque no ganó, fue la mejor estadounidense al terminar
tercera con 2h25:20. En octubre del mismo año comenzaría la debacle de Jordan.
Semanas antes de presentarse en el Maratón de Chicago, su carrera “regalona”
tras lo conseguido el 2017, se anunció que Alberto Salazar, quien era su
entrenador en el club Oregon Project, sería suspendido de sus funciones por casos
de dopaje de sus dirigidos, terminándose de frentón el proyecto que financiaba
Nike.
Con la mente “destruida” y en
shock, Jordan se presentó en Chicago pero abandonó pasado el kilómetro 5. Al
revisar los parciales, el paso lo hizo a un ritmo cercano a 5 minutos el
kilómetro, algo excesivamente lento para su nivel.
En febrero del año siguiente se
realizarían en Atlanta los trials de maratón para elegir a los 3 hombres y 3
mujeres que representarían a los Estados Unidos en los 42K de Tokio del mismo
año (el Covid-19 todavía estaba en “pañales”). Aunque llegó como la maratonista
con la mejor marca de presentación, defraudó a todos los fanáticos al terminar
26° con un “discreto” 2h37:57.
Ya con el Covid-19 declarado
pandemia en todo el mundo, a finales del 2020 fue de la largada del Maratón de
Valencia en España, carrera que fue exclusiva para deportistas elites. En la
prueba, fue 27° entre las mujeres con 2h33:51.
El 2021, nuevamente volvería al
Maratón de Boston, carrera donde tenía 2 pódiums. Sin embargo, lograría
terminar en hasta ahora su peor maratón. Fue 33° con 2h41:43.
El 2022, según los registros de
la World Athletics, corrió solamente dos medios maratones. Primero, corrió en
mayo los 21K de Pittsburgh donde fue 10° con 1h18:38 (más de 10 minutos de su
PB) y luego en septiembre completaría en 1h23:20 un medio maratón en Filadelfia
llegando en la ubicación 32°.
¿Podrá Jordan Hasay volver al
nivel que mostró hace ya 6 años? Con 31 años, todavía queda la esperanza de que
vuelva a ser una deportista competitiva y hacerle la pelea las atletas que hoy
están marcando la pauta como lo son Emily Sisson, Sara Hall o Molly Seidel. Sin embargo, los 2h20:57 de Chicago el 2017 ya
no la tienen como la segunda atleta más rápida de todos los tiempos de Estados
Unidos. Ahora es la 5°.